Colaboración

Aunque la intención no era inicialmente entrar «en ningún libro de los Guiness ni nada parecido», lo cierto es que la iniciativa ha gustado mucho entre los ciudadanos, aseguran sus responsables. Eso les llevó a hacerla realidad. «Y más si es gratis», aseguraban ayer los convecinos de estos empresarios locales, que han conseguido que se hable de ellos «por una vez sin decir nada malo», bromeaban. Lo mejor de la iniciativa es que, ya bien entrada la noche, del roscón, cuyo peso y tamaño requirieron de medidas especiales de transporte y de elaboración, ya había dado buena cuenta los conileños y curiosos que se acercaron hasta la zona. La cabalgata de la ilusión de El Colorado, con Melchor, Gaspar y Baltasar en ella, sirvió como punto de partida a la degustación, que se prolongó durante varias horas con una gran afluencia de público. Muchos de ellos empeñaron varios minutos en encontrar la sorpresa que habitualmente esconden estos dulces, tal y como manda la tradición. La promotora de esta idea, la asociación Coproen, ya piensa en cómo sorprender al público y a sus clientes las próximas fiestas navideñas.  Sin duda, el trabajo conjunto de panaderos y pasteleros dará sus frutos en forma de roscón como este año o de cualquier otro producto que se planteen elaborar, porque, como ellos mismos dicen, «la ilusión y el trabajo conjunto pueden lograr cualquier cosa».